A lo largo de los años, parece que la ciencia se ha encargado de diferenciar este aspecto de la biología como algo separado, parcelado o que no tiene relación con el resto del cuerpo y con el entorno en el que vivimos… Como si habláramos de piezas diferentes que no tienen conexión unas con otras.

Sin embargo, esto no es así, las personas que tienen, o han tenido ciclo menstrual a lo largo de su vida, deben saber que uno de los indicadores de salud más potentes y diferenciadores del cuerpo humano es el ciclo ovulatorio o ciclo menstrual. Si algo no va bien o existe algún problema de salud, esta función no se va a realizar correctamente.
Por lo tanto, desde un punto de vista holístico, con perspectiva de género, podemos decir que está totalmente relacionado con nuestra salud.
Autoras, como la médica Carme Valls-Llobet, señalan que existe una "morbilidad femenina diferencial" y esto hace referencia al “conjunto de enfermedades, motivos de consulta o factores de riesgo que merecen una atención específica hacia las mujeres, sea porque solo en ellas se puede presentar dichos problemas o porque sean mucho más frecuentes en el sexo femenino”.
En la misma línea, la Psicóloga Anna Freixas nos avisa de que “hace ya años que algunas autoras han manifestado la necesidad de que la investigación psicológica considere el desarrollo de los hombres y de las mujeres por separado”.
Por lo tanto, debido a la visión androcéntrica de la cultura en la que vivimos, existe una masculinización de la salud así como de la sexualidad femenina. Esto, con frecuencia, implica desatender y medicalizar estos procesos naturales así como asumir una sexualidad que no es propia, generando problemas de salud y disminuyendo, por tanto, la calidad de vida. Por ello, es de necesario deconstruir esta visión para desarrollar una sexualidad más libre y placentera.

Fue a partir de los años 80 del siglo pasado cuando se empezó a estudiar con más precisión el ciclo menstrual y sus efectos periféricos en todo el cuerpo; algo que había permanecido en el olvido durante toda la vida y que poco a poco, aún con algunos sesgos, se ha ido investigando para entender mejor su biología. Así, hoy en día, gracias a la ciencia y sus avances, disponemos de más información sobre el funcionamiento endocrino del ciclo menstrual.

Vamos a ver ahora cuáles son las características de un ciclo sano:
-El Ciclo se inicia el primer día de menstruación y termina el día anterior al comienzo de la siguiente.
-Duración media: 29,5 días. Dependiendo de cada persona, será de unos 26 a 32 días.
-La Menstruación no debe durar más de 5 días. De los cuales un día de sangrado es más fuerte y dos o tres de menor cantidad.
-Cantidad de flujo menstrual no debe superar 80 ml.
No debe cursar con dolor. Si duele, es Dismenorrea, ya sea primaria o secundaria.
-La menstruación No debe de estar precedida de malestar físico ni emocional. Es decir, no debe de producirse el llamado Síndrome Premenstrual.

Así, resulta que las estadísticas nos indican que al menos un 90% de las personas que menstrúan no tienen un ciclo ovulatorio sano, es decir, que, padecen menstruaciones dolorosas, sufren malestar premenstrual o ambas cosas. Pero esto que es frecuente, NO es natural, ni normal, ni saludable.

Bien… Pues dicho esto, os pregunto: ¿Pensáis que conocer el ciclo menstrual ayuda a mejorar la salud y la sexualidad?

Responder a esta gran pregunta nos lleva a plantear otra cuestión más, que ahí va: ¿Porqué es importante conocer el ciclo menstrual? Vamos a ver aquí algunas razones por las que es vital hacer un autoconocimiento consciente del ciclo menstrual.

La primera razón es: Para No sufrir dolor. Ya hemos señalado que la menstruación no debe doler, al igual que todos los procesos de nuestro ciclo menstrual, por lo tanto, no debemos padecer ni acostumbrarnos a ningún sufrimiento, simplemente, no ha de doler... y si duele habría que investigar su causa para encontrar una solución; sería necesario realizar las pruebas necesarias para descartar si el malestar es ocasionado por causas orgánicas (endometriosis, quistes u otras patologías médicas que corresponderían a una Dismenorrea secundaria) o por factores psicológicos, estresantes, ambientales, hiperestrogenizantes, etc. que responden a una Dismenorrea primaria. En cualquier caso, el autoconocimiento va a contribuir a eliminar o, en algunos casos, disminuir el problema.
Se trata de adquirir herramientas, recursos para reconciliarnos con el cuerpo y el ciclo y así lograr que las menstruaciones no sean algo negativo.

La segunda razón es: Para empoderarnos, ya que el conocimiento del ciclo menstrual proporciona un gran crecimiento personal, sirve para conocernos mejor a nosotras mismas, y aumenta también la autoestima y la calidad de vida.

La tercera razón que quería comentaros es que nos sirve para aprender a escuchar nuestro cuerpo y nuestra mente... así, podemos ser más conscientes de lo que necesitamos en cada momento. Y, de esta forma, conectando con nuestros deseos y necesidades ganamos en salud y en bienestar. Como dice la ginecóloga Miriam Al Adib, “Cuanto más conscientes seamos de nuestro cuerpo y más nos autoconozcamos por encima de las barreras y tabúes socio-culturales menos “pseudoenfermedades” tendremos.”

La cuarta razón es: Para mejorar nuestra sexualidad, sentir más placer y aumentar la capacidad de disfrutar del cuerpo de forma autónoma así como de las relaciones, para vivir una sexualidad libre, consciente y plena.

La quinta razón sería que nos sirve para resignificar el ciclo menstrual y, así, aprender a relajarnos y disfrutar al máximo de cada momento de nuestro ciclo. Resignificarlo ayuda a entender que los ciclos vitales son poderosos y necesarios. Esto solo lo podemos conseguir en un espacio de sororidad, respeto y seguridad donde cada una pueda expresar y sentir libremente.

La sexta razón es que sirve para mejorar nuestra salud y aprender a cuidarnos, porque cuidar nuestro ciclo es cuidar nuestro cuerpo y esto lo conseguimos si conocemos las distintas necesidades de cada etapa del ciclo vital así como cada fase del ciclo menstrual...

La séptima y último razón que quería comentaros es que nos permite decidir sobre nuestros cuerpos, nuestros deseos y nuestra sexualidad... y, de esta forma, gestionar de forma consciente nuestra fertilidad, ya sea porque deseamos conseguir embarazos o, si por el contrario, deseamos elegir la mejor forma de prevenirlos.

Después de esta larga lista de beneficios se podría decir con rotundidad que conocer el ciclo menstrual ayuda a mejorar la salud y la sexualidad.

El abordaje terapéutico del Ciclo Menstrual consiste en desarrollar un autoconocimiento consciente y profundo del ciclo en todas sus dimensiones (fisiológica, afectiva, sexual, emocional, cognitiva, relacional y vivencial) y está dirigido a lograr el empoderamiento de las mujeres, mejorar la salud general y sexual así como el propio crecimiento personal.
Para ello, tenemos a nuestro alcance recursos y herramientas para conocer el ciclo, como por ejemplo, destacaría el Método sintotérmico, avalado por la OMS, que, con un asesoramiento adecuado, un seguimiento y unas dosis de paciencia… permite conocer el cuerpo a fondo. Como soy una enamorada de este método, y de esto ya hablaremos en otro programa, no me voy a detener aquí. Pero, por ahora, sí deciros que podéis acceder a este recurso y muchos más en los talleres que realizo y en los que, con mucho gusto, os ayudaré a elaborar vuestro propio mapa, con el seguimiento que sea necesario en cada caso particular.

Y… con esto terminamos este capítulo de la sección. Espero que os haya gustado y no dudéis en consultarme lo que necesitéis… Recordaros que me encontrareis cíclicamente una vez al mes en este programa, también en redes sociales y en mi página web:
www.beatrizcobopsicologamalaga.com
y también en la web del proyecto
www.ciclicamente.es